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Triki, triki Halloween en casa

Por: Luis Bernardo Vélez Montoya

Los dulces y las fiestas de disfraces este año no serán iguales. Triki, triki encasa. Un asunto de responsabilidad personal y de solidaridad con los demás. Es a eso a lo que nos convoca esta nueva y extraña realidad que hoy vivimos.

Las medidas preventivas del Gobierno Nacional, Departamental y Local definidas para este fin de semana, nos ponen en una situación bastante compleja. De un lado está en juego la reactivación económica, y por otra parte es una responsabilidad con nuestras vidas y la de los demás.

Nuestra corresponsabilidad está en evitar la propagación del virus, la saturación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y darle un merecido descanso al personal de la salud.

Después de los primeros meses de cuarentena, y luego de sentir los impactos del COVID-19 en la economía mundial, nacional, familiar y empresarial, la necesidad de reactivarla se convirtió en una prioridad.

No obstante, es claro que el COVID no ha parado. Los casos de contagio vienen en aumento. Ya se había anunciado que la segunda ola de la pandemia podría ser más dramática que la anterior.

En el país, y en particular en Antioquia y Medellín, se han hecho esfuerzos para ofrecer servicios de salud adecuados que permitan atender la emergencia sanitaria que estamos viviendo.

Sin embargo, en días pasados, la Gobernación de Antioquia declaró la alerta roja, debido a que la ocupación superaba el 83 por ciento, lo que ponía en riesgo el sistema, y por ende la posibilidad de atender a la población de Medellín, como en general a todos los antioqueños.

Es de aclarar que la capital antioqueña es la que más casos de contagio presenta. Y que, según informaciones del Ministerio de Salud, Antioquia permanece en una línea de

contagio que no ha bajado, y eso genera gran preocupación.

Para este fin de semana, el Gobierno Nacional tomó la decisión de restringir tanto la movilización de los adultos como de los niños, e impide la realización de fiestas de disfraces, y que los niños y niñas, como es costumbre en esta fecha salieran a pedir dulces, por el riesgo de propagación del virus.

Muchas personas no comparten estas decisiones. Los comerciantes, el sector de bares y restaurantes, que esperaba esta fecha como la posibilidad de empezar su recuperación económica, y las personas que aún hoy son escépticos frente a esta problemática mundial.

¿Y del personal de salud qué ?

Es por ello que hoy quiero llamar a la reflexión sobre un tema que pocas veces hemos tenido en cuenta durante esta pandemia.

Se trata del personal de salud. Médicos, enfermeras, auxiliares, personal administrativo, de aseo y de transporte, quienes se encuentran en los hospitales y clínicas, librando una dura batalla contra un enemigo invisible, que ha colapsado el mundo entero.

Son ellos y ellas quienes están hoy en primera línea, expuestos en mayor medida al contagio. Muchos ya han perdido la vida, porque también fueron víctimas del coronavirus.

Pero no sólo están en primera fila para enfrentar esta situación.

Han padecido el estrés de cientos de pacientes; han visto como muchos de ellos y ellas han perdido su batalla por la vida, en medio de la soledad, sin un ser querido que pueda despedirse de ellos para darles el último adiós.

Necesitamos un poco más de empatía. Y ponernos en los zapatos del personal hospitalario. Son seres humanos que tienen familia, y que hoy están saturados por las largas jornadas de trabajo.

Sólo como dato de referencia, un médico intensivista antes de la pandemia atendía 12 personas al día en una UCI, hoy puede estar atendiendo un promedio de 24 personas o más.

¿Y nuestra responsabilidad?

Como ciudadanos responsables nos corresponde tener en cuenta esta situación. El autocuidado no solo es un asunto relacionado con cada uno de nosotros o con cada una de las personas que tenemos a nuestro alrededor.

Es un tema que va más allá de la esfera personal. Nos compete a todos porque va más allá de nuestra individualidad.

Si nos cuidamos es posible mantener la reactivación económica, si nos cuidamos nuestros abuelos y abuelas, padres y madres, correrán menores riesgos. Si nos cuidamos, el sistema de salud no colapsará y el personal médico podrá ofrecer una mejor atención.

Todo depende de la corresponsabilidad de cada uno de nosotros.

Este fin de semana podremos recuperarlo en otro momento, o podremos celebrarlo de manera diferente. Del cumplimiento de las medidas decretadas por el Gobierno Nacional se desprende otras decisiones, que podrán ser más restrictivas.

Si bien es cierto que tendremos que aprender a vivir con esta situación por mucho tiempo, también es cierto que del manejo que le demos podremos obtener mejores o peores resultados.

La segunda ola de pandemia no sólo ocurre en este país. Las alertas están encendidas en todo el mundo, donde la única herramienta visible, ante la falta de una vacuna , sigue siendo el auto cuidado, bajo el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad.

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